Desde la prevención hasta la detección y el acceso equitativo a la atención médica
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Hoy es 12 de marzo, y se celebra el Día Mundial del riñón, que en este 2020 reivindica un acceso equitativo para garantizar la salud de este órgano vital en cualquier parte del mundo. Aunque en otras ocasiones lo hemos celebrado en nuestro blog hermano con entradas como “5 parámetros renales clave que todo farmacéutico debe conocer”. Hoy queremos reivindicar desde ¿Qué me da para…? la importancia del cuidado de este órgano y de su cuidado, así como pedir una mejor atención para los pacientes renales.

La carga de la enfermedad renal
La enfermedad renal es una enfermedad no transmisible (ENC) y actualmente afecta a unos 850 millones de personas en todo el mundo. Uno de cada diez adultos tiene una enfermedad renal crónica (ERC). La carga mundial de la ERC está aumentando, y se prevé que se convierta en la quinta causa más común de años de vida perdidos en todo el mundo para 2040.
La enfermedad renal supone una partida muy importante del gasto en salud. Los costos de la diálisis y los transplantes consumen entre el 2 y el 3% del presupuesto anual de salud en los países de avanzados; consumidos por menos del 0,03% de la población total de esos países. En los países de ingresos bajos y medios, la mayoría de las personas con insuficiencia renal tienen un acceso insuficiente a la diálisis y el trasplante de riñón, que pueden salvarles la vida. Pero en muchos de estos casos los pacientes tienen una pésima calidad de vida o acaban falleciendo.
Es fundamental que la enfermedad renal pueda prevenirse y que la progresión a la fase final de la enfermedad renal pueda retrasarse con un acceso adecuado a los diagnósticos básicos y al tratamiento temprano. Sin embargo, aunque en muchos países existen políticas y estrategias nacionales para las enfermedades renales en general, a menudo faltan políticas específicas dirigidas a la educación y la sensibilización sobre las enfermedades renales, así como a la detección, el tratamiento y la gestión de las enfermedades renales. Es necesario aumentar la conciencia de la importancia de las medidas preventivas en toda la población, los profesionales y los encargados de formular políticas.
Qué se está reivindicando en el Día Mundial del Riñón.
Este año, el Día Mundial del Riñón sigue creando conciencia sobre la creciente carga de las enfermedades renales en todo el mundo y luchando por la salud renal de todos, en todas partes. Concretamente, la campaña de 2020 destaca la importancia de las intervenciones preventivas para evitar la aparición y la progresión de las enfermedades renales.
¿Qué es una intervención preventiva?
El término «prevención» se refiere a las actividades que se suelen clasificar según las tres definiciones siguientes:
- Prevención primaria, que implica intervenir antes de que se produzcan los efectos sobre la salud en un esfuerzo por prevenir la aparición de la enfermedad renal antes de que comience el proceso de la enfermedad
- Prevención secundaria, que sugiere medidas preventivas que conducen a un diagnóstico temprano y un tratamiento rápido de la enfermedad renal para evitar que se desarrollen problemas más graves
- Prevención terciaria, que indica el manejo de la enfermedad renal una vez que está bien establecida para controlar la progresión de la enfermedad y la aparición de complicaciones más graves.
Prevención Primaria de la enfermedad renal.
La prevención primaria de las enfermedades renales requiere la modificación de los factores de riesgo, como la diabetes mellitus y la hipertensión, las dietas poco saludables, las anomalías estructurales del riñón y las vías urinarias y los niveles de nefrotoxicidad.
Las intervenciones primarias preventivas incluyen la promoción de estilos de vida saludables, ya os podéis imaginar cuáles son:
- actividad física
- dietas sanas
- detección de pacientes con mayor riesgo de Insuficiencia Renal Crónica con la ayuda de análisis de orina y de sangre y el mantenimiento de los datos de detección en un registro de Insuficiencia Renal Crónica.
Prevención Secundaria de la enfermedad renal.
En las personas con enfermedades renales preexistentes, la prevención secundaria, que incluye:
- mantener las cifras de presión arterial
- control de la glucemia en valores establecidos en las guías de práctica clínica
Ambos parámetros son el principal objetivo de la educación y las intervenciones clínicas que pueden lograrse disminuyendo los niveles de sal y proteínas, así como mediante dietas basadas en plantas y empleando farmacoterapia.
Prevención terciaria.
En los pacientes con enfermedades renales crónicas avanzadas, el tratamiento de las comorbilidades como la uremia (que sucede cuando se dan altos niveles de urea en la sangre). La urea es un subproducto de la descomposición de las proteínas y es un componente primario de la orina. y las enfermedades cardiovasculares es de alta prioridad.
Esas medidas preventivas de la enfermedad renal crónica son cada vez más importantes, y los niveles de casos aumentan en todo el mundo. Dado que la enfermedad renal crónica se asocia con costos elevados, las medidas preventivas que abordan las causas fundamentales, especialmente en forma de prevención primaria, tienen un valor muy significativo. Pero no sólo hablamos de dinero, de pasta, sino que impacta en la calidad de vida de las personas.
Por todo ello es importante sensibilizar y educar a las personas sobre los factores de riesgo más importantes y las medidas preventivas de la enfermedad renal, a fin de reducir la carga de la enfermedad renal.
Para que se reconozca la importancia del «enfoque de prevención» de la enfermedad y la insuficiencia renal, son fundamentales los programas de promoción para los profesionales de la salud, incluidos los programas de becas de nefrología y la capacitación no especializada; los programas de educación y concienciación eficaces y eficientes para la población en general y las asociaciones para el empoderamiento de los pacientes.
En el año 2020, el Día Mundial del Riñón hace un llamamiento a todos para que aboguen por medidas concretas en cada país para promover y avanzar en la prevención de las enfermedades renales, entre otras:
- Renovar el enfoque en la atención primaria, la concienciación y la educación, incluido el empoderamiento de los pacientes y la formación en distintas especialidades
- Integración de la prevención de la IRC en los programas nacionales de enfermedades crónicas para obtener servicios completos e integrados, que son esenciales para mejorar la detección temprana y el seguimiento de la IRC a nivel de país
- Todo el gobierno, toda la sociedad, la salud en todas las políticas, la colaboración multisectorial para promover la prevención de la enfermedad renal.
Bibliografía.
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3 Howard K, et al. Kidney Health Australia: the cost-effectiveness of early detection and intervention to prevent the progression of CKD in
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